El comportamiento criminal o bueno es aprendido por medio de la observación o presión de grupo. Muchos académico, psicólogo y filósofos han estado de acuerdo que al nacer nuestro cerebro es como una pizarra en blanco.
Si queremos que el niño aprenda una conducta compleja, descompongamos ésta en partes, ordenadas por el grado de dificultad, y vayamos reforzando su realización sucesiva. Un ejemplo: si queremos que nuestros hijos aún pequeños colaboren en casa poniendo la mesa, al principio les pediremos que coloquen el mantel y les felicitaremos por realizarlo. Después de varios días, cuando hayan aprendido a poner el mantel, le pediremos que coloque el mantel y que lleve los platos y le felicitaremos por realizarlo. Así sucesivamente hasta conseguir el objetivo.
Estas investigaciones sobre los procesos del aprendizaje vicario demuestran que la repetición mental de los esquemas aprendidos es la prueba de que algo se ha aprendido. Como resumen de este tipo de investigaciones presenta, ya en1965 (Bandura, 1965b), los cuatro procesos que intervienen en el aprendizaje vicario y que repiten todos los manuales que exponen su teoría del aprendizaje vicario: observación, retención, reproducción y consecuencias o motivación (Garrido, 1987a).
De acuerdo con un estudio realizado en Keiser University presentamos algunos factores o agentes que determinan en una conducta delictiva:
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El exceso de violencia en el cine, en películas televisadas e incluso en medios de comunicación pueden contribuir a que la violencia se perciba como algo normal.
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De la misma forma que hay un gran número diferente de delitos también existen varias causas en su origen, entre otras.
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Abuso y maltrato infantil, lo que puede desembocar en frustración y baja tolerancia emocional de la persona que lo sufre o ha sufrido.
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Eventos traumáticos: injusticia social, mala economía, falta de recursos, problemas de exclusión social.
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Causas genéticas
La personalidad del delincuente puede variar desde una persona psicótica (que padece una enfermedad mental) hasta una que presente desórdenes hormonales a nivel cerebral. Por tanto, los especialistas se enfrentan a individuos con grandes desórdenes psicológicos.
A menudo son personas que justifican sus comportamientos y culpan a la sociedad de sus actos delictivos; por lo general tienen una personalidad narcisista y se niegan a seguir los cánones establecidos.
En la conducta delictiva influyen tanto los elementos biológicos como el desarrollo social. También tienen mucho peso:
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La educación recibida
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El estatus económico de la persona y su entorno
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La percepción de riesgo
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La alta impulsividad y distorsión de la realidad
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La necesidad de emociones
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La inadaptación al medio
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La agresividad
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La falta de habilidades sociales
No necesariamente los factores antes mencionados son determinantes para que alguien se convierta en un delincuente. Muchos estudios determinan que el delincuente no nace, sino que se hace.
Otros estudios definen como factores determinantes el entorno social, el desarrollo del individuo y la configuración de un triángulo delictivo formado por el delincuente, la víctima y la oportunidad de que se cometa el delito.
¿Más hombres que mujeres?
Las estadísticas indican que existe una diferencia muy marcada en cuanto al sexo. En todos los países del mundo hay más convictos hombres que mujeres.
¿De quién aprendió el niño a estirar el dedo?
Lo que resulta curioso es que Bandura aparezca como uno de los grandes teóricos de la conducta delictiva cuando hasta hace poco no la había investigado, sino solamente sobre la conducta agresiva y, si se analiza de cerca, estudia una agresividad de intensidad menor.
¿Qué hay dentro de la mente de un asesino?
Las personalidades antisociales son una fuente de conflictos dentro de una empresa, tanto mayor cuanto más elevado sea el puesto ocupado en la organización. Hay dos tipos básicos de personalidad antisocial, son los sociópatas y los psicópatas. También existe un tercer grupo que hablaremos más adelante, es la neurosis de carácter. En los primeros la causa de su comportamiento es de carácter social-básicamente haber tenido padres incompetentes-y los segundos-los psicópatas- cuyo origen de su problemática es de origen genético. Tienen un sistema nervioso resistente a la socialización.
En este primer artículo nos centraremos en los diferentes tipos de sociópatas, y en un próximo artículo describiremos los diferentes tipos de psicópatas. Sí debemos tener en cuenta, que también existen casos fronterizos entre los dos grupos descritos. También es muy importante tener en cuenta que la delincuencia o la criminalidad en sí no se hereda, pero sí que ,ciertos rasgos de personalidad pueden dificultar más o menos la socialización de un niño, y que tienen fuertes raíces genéticas.
Los sociópatas son mucho más numerosos que los psicópatas. Los primeros son la causa principal de la delincuencia en las sociedades occidentales. Si los padres están sobrecargados de trabajo, son incompetentes o ellos tampoco están socializados, incluso un niño de temperamento normal puede acabar desarrollando las tendencias antisociales de un psicópata.
El psicópata y el sociópata pueden considerarse extremos opuestos en una dimensión común, con una potenciación del temperamento difícil en el extremo psicópata y una potenciación de la educación paterna deficiente en el extremo sociópata.
Dentro de la personalidad sociopática hay cuatro grupos que son:
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Sociópata común.
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Sociópata marginado.
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Sociópata agresivo.
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Sociópata disocial.
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SOCIÓPATA COMÚN: Es el grupo más importante a causa del incremento de padres incompetentes. Tienen una conciencia débil y poco elaborada. Tienen pocas perspectivas de futuro porque se han criado en circunstancias en que el futuro era impredecible y sólo podían contar con las recompensas y castigos más inmediatos. Son como niños salvajes a pesar de ser adultos. Sólo responden a los impulsos del momento, menospreciando las metas a largo plazo. Son depredadores habituales.
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SOCIÓPATA MARGINADO: es el individuo que no ha desarrollado la capacidad de amar y de relacionarse con los demás. La imposibilidad de establecer un vínculo afectivo es un factor de riesgo para la conducta antisocial porque uno de los factores protectores que permiten evitar la delincuencia es nuestra tendencia a identificarnos con la víctima. En este grupo hay varias variantes que son:
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El tipo disociado: Los sujetos imposibilitados para sentir algo por los semejantes pero su trastorno a diferencia del psicópata procede de padres incompetentes que no se ocupan de sus hijos.
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Tipo no empático: En este caso el individuo es capaz de implicarse emocionalmente con su familia y círculo más próximo, pero reacciona ante las demás personas como si sólo fueran objetos.
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Tipo hostil: Algunos sujetos al verse rechazados por la comunidad o al verse incapaces de tener éxito de acuerdo con sus reglas, rechazan la compañía de los demás. Se vuelven destructivos y hostiles con el grupo.
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El tipo estafado: Es el sujeto que se siente acomplejado por su aspecto o una minusvalía física, por su clase social, por su situación marginal y justifica su incapacidad de acatar las reglas sociales diciendo que, como desde el principio lo han estafado, en su caso esas reglas no son aplicables.
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SOCIÓPATA AGRESIVO: Sujetos que disfrutan lastimando, asustando o tiranizando a los demás pues les hace sentirse poderosos e importantes. El simple hecho de dominar a sus víctimas les resulta placentero. La satisfacción por la dominación no sólo puede motivar a delincuentes sino a otros matones que además son profesores, policías, padres o patrones todos ellos de estilo agresivo y dominante.
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SOCIÓPATA DISOCIAL: Son personas normales tanto psicológicamente como por su temperamento-factor constitucional-, pero que son leales y se identifican con una subcultura cuyas normas y costumbres se basan en comportamientos depredadores. Un ejemplo muy evidente es la Mafia o grupos terroristas, en los cuales encuentran vías de promoción social que por otro lado considerarían tenerlas vedadas. En este caso este tipo de sociópata está muy influido por factores culturales. La proliferación en una sociedad de ideologías totalitarias es evidente que potencia este tipo de individuos.
El estudio de la conducta delictiva incluye un examen de los trastornos mentales que pueden contribuir a un comportamiento desviado. Sociopatía y psicopatía son términos utilizados en psicología y criminología para referirse a dos grupos separados de personas con rasgos de personalidad antisociales. Cabe destacar que estas condiciones no se clasifican como enfermedades mentales y no son oficiales los términos de diagnóstico. En la cuarta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (Conocido como DSM-IV, se ha de considerar que no tiene ninguna evidencia científica ni basada en evidencias) tanto en la sociopatía y la psicopatía se enumeran bajo el epígrafe de trastorno antisocial de la personalidad (TAP). Muchos psiquiatras y criminólogos utilizan estos términos indistintamente. Pero, que hay diferencias importantes entre ellos y sus causas o etiología.
Sociopatía y psicopatía comparten muchas características, generando con ello la principal fuente de confusión para diferenciar en psicología y criminología. Los rasgos de sociópatas y psicópatas incluyen acciones como:
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Desprecio al cumplimiento de leyes y costumbres sociales
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Desprecio por los derechos de los demás
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El hecho de no sentir remordimiento o culpa
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Tendencia a mostrar un comportamiento violento y arrebatos emocionales
Aunque no hay consenso entre los profesionales sobre exactamente lo que diferencia a los sociópatas de los psicópatas, entre los que creo que cada uno es un trastorno separado, hay una lista de diferencias importantes. En primer lugar, los sociópatas tienden a ser nervioso y se alteran con facilidad. En segundo lugar, es probable que sean educados, viven al margen de la sociedad, suelen vivir solos, les es difícil adaptarse al trabajo en equipo, son incapaces de mantener un trabajo estable o permanecer en un solo lugar. Algunos sociópatas forman grupos, a pesar de que no tienen respeto por la sociedad en general. Ante los ojos de los demás, los sociópatas dan una imagen clara de perturbado, dan la sensación de una "persona rara". La mayoría de los crímenes cometidos por sociópatas tienden a ser de perfil desorganizado y espontáneo. Miguel Rivera (Charlie Chop-off) es un ejemplo clásico de un psicópata y asesino en serie desorganizado, al igual que Jack el Destripador.
Los PSICÓPATAS, en cambio, suelen tener personalidades encantadoras y se integran fácilmente. Ellos son manipuladores y pueden ganarse la confianza de la gente. Aprenden a imitar las emociones, a pesar de su incapacidad para realmente sentir, y parecen normales suelen proyectar la imagen de sencillos e inocentes. Los psicópatas son a menudo educados y tienen trabajos estables. Algunos son tan buenos en la manipulación y el mimetismo que tiene familias y otras relaciones a largo plazo, no se suele sospechar fácilmente de su verdadera naturaleza, Un ejemplo de este tipo de individuo es el asesino en serie Dennis Rader (Bind, Torture, Kill), que tenía una familia, profesión, vida cívica y logro evitar la detección por 30 años.
Cuando toman la decisión para cometer el delito, los psicópatas planifican cuidadosamente cada detalle y con frecuencia tienen planes de contingencia. Ahí está la marcada diferencia entre el método de los delitos cometidos por sociópatas y psicópatas, la distinción entre estos trastornos es tal vez aún más importante para la criminología de lo que es para la psicología. Eso es porque los criminales psicópatas, a diferencia de los criminales sociópatas, cometen crímenes muy organizados a menudo después de una meticulosa planificación. Ted Bundy es un ejemplo clásico del asesino en serie psicópata y organizado.
También se desprende de la etiología de la psicopatía y sociopatía es muy diferente. Es probable que la psicopatía es el resultado de la "naturaleza" (la genética), mientras que la sociopatía es el resultado de "crianza" (medio ambiente). De acuerdo con el difunto David Lykken, genetista del comportamiento conocido por sus estudios sobre los gemelos, la psicopatía se relaciona con un defecto fisiológico que resulta en el subdesarrollo de la parte del cerebro responsable del control de los impulsos y las emociones. La sociopatía, por el contrario, es más el producto de traumas de la infancia y el abuso.
Basándose en ese modelo, los sociópatas no son capaces de empatía o conexión emocional con los demás, sino únicamente con individuos concretos, como un familiar o amigo, y sólo en contextos específicos. Los psicópatas, por el contrario, son simplemente incapaces de empatía y son incapaces de formar lazos emocionales reales con nadie. Es la capacidad de los psicópatas para imitar de forma efectiva la empatía y la conexión emocional los hacen especialmente peligrosos, son delincuentes sin pretensiones y, a menudo de gran éxito.
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La falta de empatía no solo está involucrada en el trastorno de personalidad antisocial
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Las leyes de bandera roja muestran los límites del sistema legal
Fuente:
Bandura, A. (1997). Autoeficacia: El ejercicio del control. Hombre libre. Presión de Grupo.
Davidson, R. J., Putnam, K. M. y Larson, C. L. (2000). Disfunción en el circuito neural de la regulación emocional: un posible preludio a la violencia. Ciencia, 289(5479), 591-594.
Englander, E. K. (2007). Entendiendo la violencia. Mahwah, Nueva Jersey: Erlbaum.
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